miércoles, abril 09, 2008

No les vamos a volver a engañar

Se me saltan las lágrimas. 

Últimamente he vuelto a curiosear por bitácoras de gente con las que me encantaría tomarme un café de máquina. Eso supone que tomo aproximadamente la mitad de cañas a la semana. En fin. Uno de mis descubrimientos es éste.

Según leía el artículo sentía como si lo hubiese vivido. O mejor: como si lo hubiese sentido. Se me ha venido a la cabeza más de un proyecto, algún que otro compañero (con nick de perro), ganas y también decencia delante de un cliente. Mucho más allá de las consultoras y de las fábricas de carne. Negocio cercano, bien llevado, con implicación y dentro de las posibilidades. ¿Es nuestro momento?

Lo que más me sorprende es una cosa. Somos muy jóvenes. Somos inexpertos en esto. Tanto que ni siquiera conocimos el boom ni sufrimos el batacazo del 2000. Y sin embargo, parece que, aun no habiendo vivido aquello, nos tenemos aprendida la lección. ¿Será algo "de fábrica"? ¿la hemos aprendido? ¿de quien? ¿Y, sobre todo, quien es ese tal Pelaez? ¿Porqué me ha robado el nick?

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1 comentario:

Morgan Free Man dijo...

Aparte de la interesantísisisima reflexión de Pelaez (del uno y del otro), me quedo tambien con uno de los comentarios sobre el ajedrez.

Primero, porque de pequeño era un máquina al ajedrez ... y hasta aqui puedo leer. xDDDDDDDDDD

Segundo, porque tengo una partida pendiente con "alguien", que si es tan bueno como dice ser, habra que elaborar un estudio sobre la proporcionalidad directa entre ajedrez y software

"Programar es muy parecido a jugar al ajedrez. Hay muuuucha gente que se sabe las reglas de mover las piezas (sintaxis de un lenguaje y fundamentos) pero que no sabe jugar, pensar y resolver partidas (es decir, programar de verdad), pero que aún así se llama ajedrecista (programador)."